Noche
señora de plata
de ausencias y presencias sin espejo
(el único espejo son las sílabas de la muerte
que insisten en mi cabeza)
Yo seré agua siempre
Yo seré agua siempre
nunca muerte en la soledad de los manglares
Esto lo ignora la mujer que duerme a mi lado
y veo su rostro de amorosa venada
Al desprenderse de mi cuerpo
sufrirá la muerte más dura que suscita el oleaje
Noche
otra tiniebla me sitia paso tras paso en el asfalto
me toca la espalda
se confunde con el olor de la mujer que amo
guía mi lápiz al escribir estas palabras
únicas joyas del poeta
Salva la sed mi premura de alcanzar la llama
aquella que me nace con la ola y con la sangre
Vivo
al salir el sol y al ocultarse
En esta ciudad no hay asideros para escanciar la vida
Noche
déjame abrir el corazón al nuevo día
Gilberto Cabanillas (2004), de Piedra marina, Plegaria para el vuelo, Dificur-Siglo XXI.
Imagen tomada de Diccionario de la Cultura Sinaloense, Gobierno de Sinaloa-Difocur.
De la bahía: entremilpas.com
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